miércoles, 30 de noviembre de 2011

Herramientas de los primeros sapines

Algunas de las piedras de Omán.
El hallazgo de un buen número de herramientas de piedra en el Sultanato de Omán, en la esquina sudeste de la Península Arábiga, ha revelado pistas de la que podría ser la primera salida de los humanos modernos que emigraron de África buscando nuevas tierras.

Un equipo de arqueólogos y geólogos ha encontrado, en las Montañas Dhofar, miles de piezas líticas que, según aseguran, fueron realizadas por miembros de la especie ‘Homo sapiens’ hace más de 100.000 años. En total, los investigadores, liderados por Jeffrey Rose, de la Universidad de Birmingham, encontraron más de un centenar de yacimientos con utensilios elaborados por la tecnología denominada ‘Nubia de la Media Edad de Piedra’ (MSA, por sus siglas en inglés).

Esta técnica, conocida por otros yacimientos a lo largo del valle del Nilo, nunca se había encontrado fuera de África, según destacan los investigadores en un artículo publicado en ‘PLoS One’ esta semana, por lo que se convierte en la primera evidencia de este viaje.

Para datar los yacimientos, utilizaron la moderna técnica de la Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL), que determinó que tenían al menos 106.000 años de antigüedad. Es una fecha bastante anterior a la que se maneja con datos genéticos, que apunta que la dispersión de nuestra especie fuera del continente africano ocurrió hace entre 70.000 y 40.000 años.

Parte del trabajo consistió en determinar que había en esta zona, hoy totalmente desértica, en aquel lejano periodo, dado que algunos asentamientos están a más de 100 kilómetros de la costa. Los restos de animales y flora encontrados apuntan que era mucho menos seca que ahora. Han averiguado que había grandes corredores con pastos en los que abundaban los herbívoros.

«Era un paraíso verde rico en agua fresca, antílopes y buenas rocas de pedernal para hacer herramientas», señala Rose. Por ello, considera más que probable que los cazadores se aventuraran más allá de su tierra conocida en busca de alimento. Los que vivían más cerca de la costa, además podían aprovechar los recursos marinos.

No está claro si estos grupos son los que luego viajaron hacia Asia o si acabaron por volver a África cuando el clima empeoró. «Esa es la pregunta del millón», nos dice Rose, que seguirá investigando en la zona.

Investigadores españoles han puesto en duda estas conclusiones. "La datación no se ha hecho en el mismo lugar donde se encontraron las piezas a las que hacen referencia, así que no sabemos cómo han llegado a estas conclusiones", afirma el arqueólogo Manuel Domínguez-Rodrigo, que dirige un proyecto de investigación sobre evolución humana en la Garganta de Olduvai (Tanzania).

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